Acceder a tecnologías en comunidades rurales permite un despegue educativo y humano

Pensar hoy en vivir sin celular o sin una computadora es casi impensable para quienes estamos en la urbanidad cotidiana. No digo que no sea posible, porque existen aquellos que han hecho una opción de vivir alejado de este mundo que arrastra a pasos agigantados ya que día a día las tecnologías salen con algo nuevo. 

Pero que pasa en el entorno rural cuando la tecnología se les acerca?. Fernando Hamuy, psicólogo, investigador, miembro de la organización Enfoque Territorial en entrevista en Paraguay TV HD nos contó sobre una investigación sobre el impacto de las tecnologías en los entornos rurales.

Según una encuesta presentada por la SENATICS en agosto pasado, el 90% de la población paraguaya tiene acceso a internet en diversas formas. Los adolescentes son los más privilegiados ya que prácticamente entre los 13 a 17 años, el 100% de ellos accede a la red de redes.

Ahora que tal estamos en los entornos rurales en cuanto al consumo y acceso a las tecnologías? Qué son los Telecentros?

El investigador Fernando Hamuy dijo que la investigación desarrollada por su organización fue gracias a los fondos concursables del Conacyt otorgados en el 2014 y la investigación se desarrolló en el 2016.

“Se hizo un análisis del impacto de la tecnología en base al modelo de los telecentros, modelo similar al infocentro de Senatics, que son unos contenedores (containers) con computadores e internet gratuito, además de unos guías o tutores para el acompañamiento”.

Explicó que el concepto general de telecentro, es el de un punto de acceso a tecnología donde la gente puede ir a aprender a usar tecnología o usar la tecnología para desarrollar proyectos, cuando en su entorno cercano no tiene la factibilidad de acceder a este lugar.

“La experiencia de los telecentros nos dicen que hay una demanda altísima de jóvenes por acceder a la tecnología y por otro lado una imposibilidad física de acceder”.

Entornos Rurales

Hamuy comenta que el primer impacto positivo de la inclusión de los telecentros en centros educativos es el incremento de la inscripción en las escuelas.

“El tener un telecentro en entornos rurales implica toda una movilización comunitaria alrededor de este espacio, nosotros notamos que los telecentros en la investigación al estar instalados en instituciones educativas, un incremento de las inscripciones, de un año a otro”.

Cuando un telecentro llega a una ciudad del interior, como Isla Ombú por ejemplo, comenta Hamuy, que existen necesidades generales como la de un chico que solo quiere ir para jugar, la de los maestros que quieren que los chicos aprendan con el internet a investigar, pero existen casos muy interesantes.

Hamuy relata el caso de padres que iban a investigar con sus hijos como facilitadores sobre el uso de semillas que el MAG les había entregado que por diversas razones no se les había brindado las explicaciones necesarias.

“Cuando se instala tecnología con un telecentro, las murallas se rompen, la creatividad se aviva” afirma.

Los padres han aprendido a superar el miedo a las computadoras gracias a los hijos que se convierten en facilitadores.

“La idea es que el internet se vuelva más accesible con los telecentros o infocentros con un internet de calidad”.

Luego, menciono que otro aspecto es el rol que cumplen las personas que están trabajando con la tecnología en cuanto a darle mayor significado a las mismas, como por ejemplo al celular que ciertamente es muy criticado por el excesivo uso, pero este aparato no solo sirve para llamar o chatear, sino que tiene otros usos inimaginables, desde programar un robot o hasta hacer dibujos, “no necesitas de un laboratorio”.

“Desde el celular se construye proyectos comunitarios alucinantes, por ejemplo planes piloto donde el ciudadano puede participar generando denuncias, construyendo nueva sociedad”.

Afirmó además que los entornos rurales están necesitados de conectividad, de tecnología, “cuando se instalan los telecentros, tanto la escuela y la comunidad muestran un despegue en cuanto a las posibilidades que hay, desde calidad de educación y el componente humano”.

Explicó finalmente que la inclusión digital es saber usar tecnología para usarla en beneficio propio, al mismo tiempo de comentar un caso donde una profesora se negaba a utilizar el telecentro hasta que descubrió como compartir sus recetas de cocina con otras apasionadas del arte culinario a través de blogs. “Descubrió algo que le interesaba y al finalizar el año, fue la que mas utilizo en beneficio propio la tecnología”.